Un viejo carromato desvencijado se aproxima a Rainwater, el
pequeño pueblo de trabajadores en el que viven Victor y su
tortuga Oswald. En él viaja Walter Switwiz, vendedor ambulante
y presuntuoso inventor de tres artefactos, según él, revolucionarios.
Pero en Rainwater nadie tiene tiempo para invenciones: las tierras
han de ser labradas, la fruta recolectada y las calles barridas. No
hay lugar para distracciones.
Switwiz, herido en su orgullo, abandona el pueblo tal y como llegó,
pero promete venganza.
Al día siguiente una maldición ha asolado el pueblo, y todos sus
habitantes amanecen terriblemente enfermos. Todos excepto
Victor. Nunca Rainwater ha corrido tanto peligro. Solo Victor y su
tortuga Oswald pueden pararle los pies a Walter Switwiz, y salvar
su hogar