LiterariaMENTE | JORGE FREIRE, GUILLERMO LAHERA y PATRICIA FERNÁNDEZ MARTÍN. Filosofía del saber vivir y prevención en salud mental

LiterariaMENTE:
LiterariaMENTE | JORGE FREIRE, GUILLERMO LAHERA y PATRICIA FERNÁNDEZ MARTÍN. Filosofía del saber vivir y prevención en salud mental


Nuestro segundo encuentro del Ciclo LiterariaMENTE se centrará en un tema tan benigno como la filosofía del saber vivir y la prevención en salud mental. Para conversar sobre el tema nos acompañarán JORGE FREIRE, filósofo y escritor; GUILLERMO LAHERA, Psoquiatra; y PATRICIA FERNÁNDEZ MARTÍN, psicóloga clínica.

Ciclo organizado conjuntamente con la Fundación Manantial y el Hospital Ramón y Cajal.
Con la colaboración de Cultura en Vena y el patrocinio de Lundbeck.
Estamos muy ilusionados con este proyecto, que esperamos que aporte luz, claridad, visibilidad, respeto, herramientas y empatía.



LiterariaMENTE es un ciclo que tiene como objetivo aumentar la sensibilización social sobre la salud mental, mejorar el conocimiento científico, derribar muros relacionados con los prejuicios y el estigma, reflexionar sobre aspectos culturales y sociales implicados y generar un testimonio de esperanza y generar nuevos significados. Para ello contaremos con autoras y autores con una sensibilidad especial hacia este campo, que conversarán con especialistas clínicos.

CALENDARIO DE ENCUENTROS:

29 de marzo. Depresión y afectos. MANUEL VILAS y MERCEDES NAVÍO - 18:30
17 de abril. Filosofía del saber vivir y prevención en salud mental. JORGE FREIREGUILLERMO LAHERA y PATRICIA FERNÁNDEZ MARTÍN - 19:00
29 de mayo. Ansiedad y cuerpo. MARTA SANZ y VERÓNICA OLMO - 19:00
19 de septiembre. Estigma y salud mental. ROSA MONTERO y MARINA CARRETERO 19:00
23 de octubre. Realidad, ficción y delirios. JUAN JOSÉ MILLÁSDAVID FRAGUAS y RAÚL GÓMEZ  - 19:00
16 de noviembre. Salud mental, jóvenes y prevención. NANDO LÓPEZ y CARMEN MORENO - 19:00
23 de enero 2024. Relaciones familiares, pareja, amor, vínculos. LAURA FERRERO y LOLA LÓPEZ MONDÉJAR - 19:00


 


El 17 de abril se celebró el segundo encuentro del ciclo LiterariaMente centrado en la
filosofía del saber vivir y la prevención en salud mental, uno de los principales retos a los que
se enfrenta la sociedad en general. Este ciclo está organizado por la librería Rafael Alberti, La
Fundación Manantial y el Hospital Universitario Ramón y Cajal, con la colaboración de la
Fundación Cultura en Vena y el patrocinio de Lundbeck. El segundo encuentro contó con la
participación de Guillermo Lahera, psiquiatra del Hospital Universitario Príncipe de Asturias,
Jorge Freire, filósofo y Patricia Fernández, psicóloga clínica del Hospital Universitario Ramón y
Cajal. Estuvieron hablando sobre diferentes temas uniendo filosofía, psiquiatría y psicología.
Debatieron sobre mentalidad estoica, el narcisismo identitario, las redes sociales como la
(aparente) libertad, la autoimagen e identidad, el secuestro de la atención, los referentes
vitales (o falta de)… y qué subyace a la epidémica "baja tolerancia a la frustración" como el
ansia incesante de vivencias novedosas y el yugo de la felicidad constante.
Salieron a colación Ovidio, Epicteto, Spinoza, Tocqueville, Dickens… Fue una charla difícil de
resumir, pero ahí van algunas pinceladas.
El debate comenzó con un análisis actual de la crisis de salud mental y el balance de los
últimos años. Guillermo habló de que no conviene mezclar la insatisfacción vital y el malestar
con los problemas de salud mental. Dicha insatisfacción, según Guillermo, no se puede sólo
tratar farmacológicamente o con psicoterapia. El reto sería dar un paso más y analizar cómo
afrontamos nuestra vida, nuestra existencia y analizar si tenemos un propósito. “Cuando
alguien tiene un propósito, asume mejor las dificultades”, concluía Guillermo. Jorge explicaba
cómo hemos pasado del extremo de pensar que sólo con el esfuerzo propio uno puede vencer
a las dificultades, al discurso contrario de decir que nuestros males responden exclusivamente
a los malestares del sistema. Según él, esta polarización se ha agudizado cuando la salud
mental ha entrado en la agenda política. “Hay gente que está instrumentalizando y
politizando el tema de salud mental. Urge separar el grano de la paja”, concluía Jorge. Patricia
precisó que estaba bien que la calidad de vida se relacionara con tener una buena salud
mental. El problema, según ella, es que la psicología está preparada para tratar un foco
concreto y ahora en la consulta los problemas son más indefinidos. Según ella: “un ejército
de psicólogos no soluciona el malestar generalizado que existe en la sociedad. La psicología
está preparada para ayudar al paciente en un foco concreto, pero los psicólogos no están
preparados para problemas generalizados. Muchas personas que vienen a consulta lo hacen
por malestares de la vida y eso no tiene diagnóstico”.
El segundo punto a tratar fue analizar los factores que caracterizan a la sociedad
actual y que están detrás de este auge de malestar. Para Jorge, uno de los relevantes es que
esta sociedad alimenta el narcisismo y el error de pensar que todo deseo puede ser
inmediatamente satisfecho. Guillermo señaló la importancia de tener en cuenta la visión
neurocientífica. “El hombre contemporáneo es una especie de cocainómano. Ahora me
encuentro mal, necesito ponerme bien”, decía Guillermo. El hombre que quiere satisfacer
todos los deseos paga un precio alto a largo plazo como es el hastío vital. Estamos inmersos en
un momento vital en el que se ha hecho necesaria una búsqueda de halago y la gratificación
constante. Este concepto se relaciona con el narcisismo de la identidad. “Aferrarte a un rasgo
que tú tienes, enfatizarlo y convertirlo en tu esencia es narcisismo porque hace que te


victimices.”, decía Guillermo. Esa variante de narcisismo dificulta el diálogo y la convivencia
porque uno afronta el debate herido. Jorge comentó que en su libro Hazte quien eres habla de
esto reforzando la idea del sonido que hace el aplauso de una sola mano, sin esperar el
halago del público.
La época del narcisismo se relaciona con el capitalismo de experiencias. Todo nos
aburre, no disfrutamos, siempre estamos esperando al futuro sin vivir el placer del presente,
pero la vez lo queremos todo. Las redes sociales están cambiando la manera de
relacionarnos. Según Guillermo, uno cree que está siendo libre pero realmente no lo es. Jorge
comentó que en la sociedad actual, uno quiere vivir experiencias sin asumir riesgos: “Me voy
de safari pero no me bajo del jeep”. “Cuando uno sabe controlarse y no está dominado por sus
impulsos puede ser mas libre”, decía. Guillermo estaba de acuerdo con la defensa de la
represión y la contención de los deseos. En esta sociedad, los impulsos se fomentan. “Sé tu
mismo, saca de dentro lo que tienes” son ideas que van calando y según él, se necesita que
otros profesionales como los filósofos analicen lo que está pasando.
Otro factor a tener en cuenta son las redes sociales. Juegan un papel muy importante
en torno a la felicidad. En general se busca el reconocimiento de los usuarios y el halago y
gratificación constante. “La sobreestimulación y las redes sociales han cambiado las formas de
relacionarnos y han secuestrado nuestra atención y tienen el control de nuestro propio
tiempo”, afirmaba Patricia Fernández. El mal uso de las redes sociales nos perjudica por esa
imagen idealizada del otro. Uno de los grandes retos sería sensibilizar a la gente para que sea
dueña del control de su tiempo. También se recalcó que otro problema asociado es que la
gente no sabe en qué invertir su tiempo porque no tiene claras sus prioridades. Jorge añadía
el remordimiento cuando no hacemos cosas productivas en la sociedad de la multitarea. Se
apuntó que el psicólogo Haidt señalaba la correlación entre el aumento de los problemas de
salud mental entre jóvenes y adolescentes después el 2010 con el inicio de Instragram. Los tres
estaban de acuerdo que no se puede hablar de causalidad, pero sí de correlación. Esto no
supone acabar con el progreso pero sí replantearse nuestra relación con la tecnología. El
tema de la dispersión de la atención abrió el debate a la polarización en la salud mental, a
propósito del TDAH. Esa guerra de absurdos que busca reducir la complejidad a simplicidad. La
polarización ha llegado a nuestra medio.
Otro tema interesante fue cómo fortalecer el carácter. De eso va el libro de Jorge. Él
dijo que sí se puede cincelar. Tiene aristas que haríamos bien en limar. El carácter hace que
uno se imponga a las adversidades. La biografía no lo explica todo, decía Jorge. “Cuando
vienen mal dadas, hay que ponerse de perfil y aguantar el temporal”, concluía. Guillermo
Lahera por su parte apunta que “evitar el sufrimiento por querer ser feliz continuamente te
hace más débil y, sin embargo, pasar experiencias intensas sin huir de las dificultades al final
te hace más feliz”. Nuestra época es ver si puedes evitar el sufrimiento y tener una felicidad
permanente. Si evitas sufrimiento, te pierdes las relaciones de gran profundidad. Patricia
habló de los manuales que promueven la filosofía estoica y cómo su lectura resulta muy útil.
La filosofía hiere y sana al mismo tiempo. Hace que te sientes interpelado porque te llega al
corazón y te hace ser consciente de lo que cuesta la vida. Según ella, esta actitud resiliente de
afrontar la diversidad ha inspirado a la psicoterapia cognitiva conductual. Libros como los de
Massimo Pigliucci pueden servir. Así como invertir el tiempo en las buenas relaciones. Jorge


precisó que la filosofía tiene que entretener y divertir. No tratar de decirle al lector lo que
tiene que hacer.
También se habló de la diferencia entre empatía y compasión. “La compasión se
alberga, la empatía se muestra”. Se criticó la necesidad de sentimentalismo excesivo.
También se habló del ocaso de las religiones como posible factor relacionado con el auge del
malestar. La falta sentido de trascendencia es un problema. La experiencia religiosa cumplía
esa función, así como funciones sociales. No han sido sustituidas por nada, como un
espiritualismo más laico. Jorge no cree que haya un declive de la religión. La religión va a existir
mientras exista humanidad. Pero parece que el lazo comunitario se ha desligado con el
preocupante aumento de la soledad. Los ciudadanos se repliegan, se encierran y dejan de
formar parte de un colectivo. Otro tema de debate fueron los libros de autoayuda que te
hacen responsable de tu buena y tu mala suerte, y pueden llegar a ser promesas que frustran
porque pueden no tener la solución. En cuanto al tema de la autoayuda, Jorge Freire defiende
que te ofrece soluciones fáciles, pero el problema es que nuestros males son males
generalizados.
Decir que no se llegaron a dar con soluciones o remedios, pero la conversación
apuntó a la búsqueda de la virtud o ejemplaridad, el temple estoico en un mundo exaltado y
-acaso- la canalización laica de la espiritualidad. Nos quedamos con la frase de Jorge Freire "El
carácter es más fuerte que la fortuna" refiriéndose a que podemos imponernos a las
dificultades y que somos más que nuestras circunstancias. En definitiva, ser conscientes de
que la vida cuesta y no siempre es fácil.