RUBÉN TEJERINA, Contramantes, o la soledad del alfil (Amargord)

Club de lectura con María Tena:
RUBÉN TEJERINA, Contramantes, o la soledad del alfil (Amargord)


«En el juego, lo decía Cortázar, “parece una broma, pero somos inmortales”, tal vez múltiples, tal vez islas, tal vez otros, tal vez todos. Aquí hemos jugado a ser alfiles solitarios, castillos maltratados por la noche, escaque y celdas, pasajeros, vértigo y defensa, entrega y maquinaria, como si nos fuera en ello esa inmortalidad alucinada que es la poesía. Como si a través del juego, ella nos descubriera, entre t



«En el juego, lo decía Cortázar, “parece una broma, pero somos inmortales”, tal vez múltiples, tal vez islas, tal vez otros, tal vez todos. Aquí hemos jugado a ser alfiles solitarios, castillos maltratados por la noche, escaque y celdas, pasajeros, vértigo y defensa, entrega y maquinaria, como si nos fuera en ello esa inmortalidad alucinada que es la poesía. Como si a través del juego, ella nos descubriera, entre tropiezos, su inmensa latitud. Ahora te toca a ti, lector, entrar en la partida, saborear nuestros sueño, contraatacar nuestro deseo, devorarlo, darle vida.» Sonia Betancort.