Gabriel Lightfoot hace todo lo posible para combinar los ingredientes del cóctel explosivo que es su cocina. Chef del Hotel Imperial de Londres, se sostiene en una constante cuerda floja, balanceándose entre el estrés y la pérdida de control, en la que lo menos importante son las rencillas entre sus ayudantes; los impetuosos conflictos que en ocasiones se crean entre cuchillos y fogones. Las exigencias de una plantilla exuberante en nacionalidades, los extraños negocios de su jefe de sala, los melosos requerimientos de su novia y las persistentes intimidaciones de sus dos socios, con los que planea abrir su propio establecimiento, le mantienen en un punto cercano a la ebullición.