En un país de los Balcanes que se recupera tras años de guerra, Natalia, una joven doctora, llega a un orfanato junto al mar para ayudar a los damnificados. Acompañada por su amiga y colega Zora, comienzan a vacunar a los niños del orfanato, pero enseguida descubren que la zona está poblada de viejas leyendas y supersticiones que inciden misteriosamente en la epidemia. Pero esa no es la única rareza del lugar, hay un secreto relacionado con una familia de los alrededores que rastrea las viñas incesantemente y es que algo se esconde en la tierra. Al mismo tiempo, Natalia está tratando de averiguar un misterio de su propia familia que la obsesiona: las circunstancias que rodearon la muerte de su abuelo. Cuando piensa en él, rememora las historias que le contaba cuando era pequeña. Cada semana iban juntos al zoo y Natalia escuchaba el relato de El libro de la selva, libro que siempre llevaba encima. Un día le revela a su nieta sus encuentros con el hombre inmortal, una especie de vagabundo que aseguraba que no envejecía nunca. Pero la historia más sorprendente es que la que nunca le contó su abuelo y que descubrirá por sí misma.
Una novela que funde leyenda, historia y folclore y nos descubre la necesidad de fábula de los seres humanos ante a la realidad y la muerte.