EDUARDO MOGA, Lector que rumia (Polibea)

Poetas en Alberti:
EDUARDO MOGA, Lector que rumia (Polibea)


Es un placer invitarte a la presentación del último poemario de EDUARDO MOGA, Lector que rumia, en nuestra librería. El autor conversará con ANTONIO ORTEGA.

Si no puedes venir, tienes la oportunidad de pedirnos un libro dedicado por el autor a través de nuestra web, antes del  4 de mayo a las 20:00.
Recogidas y envíos a partir del 9 de mayo.




Cuando estudiaba, Eduardo Moga se imaginaba un Gombrowicz, un Bloom, un Paz, alumbrando
reveladoras teorías sobre la mejor literatura y guiando al lector, con la antorcha de su ingenio, por los
vericuetos en penumbra de tantos libros admirables. Hoy hace reseñismo. Esta cura de humildad, que
algunos rebajarían incluso a la categoría de descensus ad ínferos, no le mortifica, al contrario, le consuela y
hasta le entusiasma. Porque ha descubierto que el reseñismo constituye un arte sutil, y no el pedestre
ejercicio al que nos tienen acostumbrados los plumillas menos aventajados; y que escribir una buena reseña
es una tarea afiligranada que requiere criterio propio y juicio ecuánime, prosa educada y persuasiva, pulso
narrativo y, sobre todo, elegancia, que es tanto una virtud de la forma como un valor moral; y tampoco le
viene mal una pizca de ironía. El crítico, en realidad, solo necesita educar el gusto y controlar el humor. Pero
ambas son labores titánicas, que lleva una vida culminar, y muchas veces ni con una vida tenemos bastante,
como aquel pintor chino que se regocijaba de que, siendo ya centenario, estuviera por fin aprendiendo a
pintar. Para escribir una buena reseña, primero hay que elegir un buen libro (es más divertido, y quizá más
útil, escoger uno malo, pero deja un extraño sinsabor) y luego hay que subrayar con delicadeza, transitar por
lo leído con reciedumbre pero con cuidado de no romper nada, razonar sin abrumar, y sugerir, siempre
sugerir. Una buena reseña debe dar ganas de leer el libro, o de no leerlo, si se ha tomado la controvertible
decisión de hablar de algo que nos ha disgustado. De todo esto deja excelente muestra Eduardo Moga en
estas reseñas, y algunos artículos, que ha publicado en diversos medios culturales y en su blog Corónicas
de Españia en los últimos tres años. Ojalá se lean como lo que siempre han querido ser: literatura.



EDUARDO MOGA (Barcelona, 1962). Es licenciado en Derecho y licenciado y doctor en Filología
Hispánica por la Universidad de Barcelona. Ha publicado diversos poemarios, entre los que destacan La
luz oída (premio Adonáis, 1996; edición commemorativa, 2021), Las horas y los labios (2003), Cuerpo sin
mí (2007), Bajo la piel, los días (2010), Insumisión (2013, premio de la revista Quimera al mejor poemario
del año), El corazón, la nada (Antología poética 1994-2014) (2014), Muerte y amapolas en Alexandra
Avenue (2017), Lo profundo es la piel. Antología de poesía erótica (2017), Mi padre (2019), Tú no morirás
(2021) y Hombre solo (2022). Ha traducido a Ramon Llull, Jaume Roig, Évariste Parny, Arthur Rimbaud,
Walt Whitman, Carl Sandburg, William Faulkner, Frank O’Hara, Charles Bukowski, Harold Norse, Evan S.
Connell, Penelope Fitzgerald, Diane Wakoski y Tess Gallagher, entre otros autores. Practica la crítica
literaria en Letras Libres, Cuadernos Hispanoamericanos, Turia y Quimera, entre otros medios, y mantiene
la sección «Otras latitudes» en La Sombra del Ciprés, suplemento cultural de El Norte de Castilla. Ha
publicado los libros de viajes La pasión de escribil (2013), El mundo es ancho y diverso (2018) y Diarios de
viaje (2016-2019) (2021); dos selecciones de entradas de la bitácora Corónicas de Ingalaterra (2015 y
2016); los diarios El paraíso difícil. Siete años en Extremadura (2013-2019) (2020), Expón, que algo queda
(Polibea, 2021) y La ciudad encontrada. Crónicas de Sant Cugat (2021); varios volúmenes de ensayos: el
más reciente, El oro de la sintaxis (2020). Ha sido codirector de la colección de poesía de DVD Ediciones,
así como director de la Editora Regional de Extremadura y coordinador del Plan de Fomento de la Lectura
en Extremadura. Mantiene el blog Corónicas de Españia.