SELMA ANCIRA. Traductora de El camino de la vida, de Lev Tolstói (Acantilado)

Encuentro en Alberti:
SELMA ANCIRA. Traductora de El camino de la vida, de Lev Tolstói (Acantilado)


Admiramos el trabajo de la traductora SELMA ANCIRA, Premio Nacional de Traducción 2011, y nos entusiasma que venga a presentar El camino de la vida, de Lev Tolstói. Esperamos que nos acompañéis en esta tarde tan especial.



Selma Ancira nació en la ciudad de México en 1956. Es traductora de literatura rusa y de literatura griega moderna. Ha traducido, entre otros autores, a Pushkin, a Dostoievski, a Bunin, a Bulgákov y a Pasternak, así como a Seferis, a Ritsos, a Kampanelis y a María Iordanidu. Fue ella quien descubrió al público hispanoparlante la obra de Marina Tsvietáieva de quien ha traducido casi la totalidad de su prosa. En 2008 recibió la Medalla Pushkin, máximo galardón con el que Rusia condecora a los artistas extranjeros. En 2009 obtuvo el XII Premio de Traducción Ángel Crespo por su traducción de Viva voz de vida, de Marina Tsvietáieva. En 2010 recibió en la ciudad rusa de Elábuga el Premio de Literatura Marina Tsvietáieva por sus traducciones de la poeta, y en Koktebel, Ucrania, fue merecedora del Premio Literario Maximilián Voloshin. En 2011 ha sido galardonada con el Premio Nacional de Traducción por el conjunto de su obra. Reside en Barcelona desde 1988. En 2012 ha recibido el Premio de Traducción Literaria Tomás Segovia, y en 2016 el Premio Read Russia a la mejor traducción.


El camino de la vida sólo vio la luz en ruso en 1911, unos meses después de que Lev Tolstói falleciera en la estación ferroviaria de Astápovo. El libro, que había permanecido inédito en español, como un tesoro escondido, es la culminación de la obra moral del escritor y la expresión más completa de su pensamiento religioso: un destilado de máximas legadas por los sabios de todos los tiempos y de todas las tradiciones del mundo que le inspiraron sus propias reglas para el perfeccionamiento interior. Cada uno de los treinta y un capítulos que integran este volumen—uno por cada día del mes—conforman un singularísimo breviario espiritual destinado a «llevar una vida de bien» y contribuir así a la realización de una aspiración tan antigua como irrenunciable: la convivencia pacífica entre los individuos y los pueblos.