Con La prisionera, La fugitiva y El tiempo recobrado concluye la empresa novelística más ambiciosa del siglo XX: A la busca del tiempo perdido. Marcel Proust siguió corrigiendo hasta la víspera del día de su muerte los numerosos cuadernos en que fue relatando la continuación de Sodoma y , Gomorra: la vida de Albertine en casa del Narrador, los celos de éste, la huida de la joven, para concluir con la crítica de toda una sociedad aristocrática que el desenlace de la Primera Guerra Mundial convirtió en un adorno obsoleto. La mirada del Narrador, incapaz de recono­cer a sus antiguos amigos, se vuelve hacia dentro para reflexionar sobre el misterio de la creación artística y conminarle a la escritura de su Libro, de su Obra: A la busca del tiempo perdido.
A los tres diccionarios que abrían el primer tomo de esta edición -de las personas del entorno de Proust que tienen su reflejo en la novela, de los personajes y, por último, de los lugares de la trama-, Mauro Armiño ha sumado en este tercer volumen amplios Índices -de personas y personajes, de lugares, de obras artísticas y literarias- que permiten al lector navegar por: A la busca del tiempo perdido y encontrar episodios, anécdotas o citas contenidos en la novela. Una nutrida anotación y resúmenes de la evolución de la intriga completan, como en los tomos anteriores, esta edición que pone por primera vez en lengua española un texto coherente, unitario y anotado